En este año la Península de Paria nos ha mostrado su rostro femenino y exuberante tal como su suelo fértil y sus aguas fecundas.
Hemos sido testigos del trabajo incansable de la mujer campesina y agricultora. Nos hemos conmovido desde las entrañas con la dura faena de las pescadoras y salineras de Araya. Hemos sentido el recorrido de ese suave frescor del orgullo cuando a nuestras emprendedoras les va bien. Nos salta el corazón de alegría al saber que el 47,6% de los participantes de Juventud y Cacao son muchachas.
Nos inspira la labor, que raya en lo heroico, de nuestras maestras y profesoras en sus escuelas y liceos. También, hemos saltado de júbilo con nuestra promotora deportiva al grito de “campeones” de nuestra academia deportiva.
Hemos contemplado el trato humano y cercano de nuestras doctoras y promotoras de salud del consultorio hasta el punto de ser parte del club de fans de la doctora de los “abuelos”.
Nuestras almas y corazones has danzado contagiados con el ritmo de nuestras coreógrafas gladiadoras y bailarinas.
Nos salta el agradecimiento por la guía, compañía generosa y creativa de nuestras líderes, miembros de equipos de los programas y proyectos, las súper madrinas, bienhechoras y amigas.
Vaya nuestro aplauso y abrazo para Uds. mujeres de Paria y de Fundación San José, en Uds. abrazamos y honramos a todas las mujeres de Venezuela y el mundo. A su lado nos hemos sentido amados, acompañados, impulsados, desafiados y sostenidos.
Nuestra gratitud eterna por ser mujeres valientes que aceptan riesgos; mujeres fuertes que asumen el compromiso del bien familiar y común aún a costa del bien propio. Mujeres, madres, esposas, compañeras, hijas… tan humanas… tan nuestras…. Gracias.
Víctor M. Ruiz T.
Coord. de Programas y Proyectos FSJ